Consejos para que tus cortinas duren muchos años
Las cortinas son uno de los elementos decorativos y funcionales con más presencia en las estancias de nuestro hogar. Aportan personalidad, confort y privacidad a las estancias dónde están presentes. Pero a menudo con el paso del tiempo, pueden llegar a ser las grandes olvidadas. Mientras nos esforzamos en mantener limpios y cuidados los muebles, los cuadros, los jarrones y demás adornos, las cortinas acumulan suciedad, polvo e incluso olores que pueden estropearlas y restarles todo el encanto que tenían. Para que esto no ocurra, un mantenimiento de cortinas adecuado es fundamental. Cuando buscamos información sobre mantenimiento de cortinas, en la mayor parte de publicaciones especializadas nos hablan de limpieza, como si fuera la única manera de mantener nuestras cortinas en perfecto estado. En realidad, la limpieza, aunque sea necesaria, es el último recurso, ya que hay que hacerlo con mucho cuidado y a menudo con ayuda de un profesional para que no se estropeen. La mejor manera de tener nuestras cortinas limpias por más tiempo es mantenerlas de forma adecuada, evitando que se ensucien y se estropeen con una serie de rutinas periódicas. Ya se sabe lo que dice el refrán: no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia.
Rutina de mantenimiento
El mantenimiento de cortinas debe incluirse en la limpieza a fondo semanal o quincenal del hogar. Eso significa que tenemos que evitar que acumulen polvo y suciedad, y protegerlas del sol y de las manchas.
Acumulación de polvo
Podemos evitar que nuestras cortinas acumulen polvo utilizando una aspiradora con una boquilla y potencia adecuadas para esta función, sin necesidad de descolgarlas. Las máquinas de limpieza con vapor también suelen ser una buena opción para este tipo de tarea. Además, mantener el polvo del resto de la estancia a raya ayuda a que las cortinas no lo atraigan.
Manchas
Una cortina no sólo se mancha con una salpicadura (por ejemplo, de comida, si la cortina está cerca de una mesa de comedor, o de barro si está cerca de una puerta de paso), también puede mancharse por acción de tocarla repetidamente con las manos. Esto ocurre especialmente en cortinas convencionales, cortinas verticales o paneles japoneses que pueden correrse a mano. Lo ideal es usar siempre las varillas o cuerdas a ese efecto. Así nos ahorramos que acumulen grasa. Por otro lado, aunque hay a quien le gusta que las cortinas arrastren, debemos plantearnos si nos vale la pena el aumento de suciedad en los bordes que ello supone.
Daño solar
La luz del sol es uno de los agentes que más dañan las cortinas, aunque muchas cuentan con tratamientos que las protegen mejor de los rayos UV. Si el sol da en la estancia durante los momentos o estaciones con mayor incidencia del sol, es recomendable elegir tonos claros y en materiales como poliéster o acrílicos, o bien materiales técnicos como el tejido screen. Hay quien polariza los cristales para que tanto las cortinas como los muebles sufran menos el deterioro ocasionado por el sol.
Acumulación de olores
Los olores que se acumulan en las cortinas son muy desagradables si no se eliminan con periodicidad. Es recomendable ventilar la estancia a menudo, a poder ser generando corrientes de aire que expulsen el aire viciado y lo renueven con aire nuevo. En el caso de cocinas o baños es recomendable elegir tejidos especiales que no acumulan tantos olores.
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